El MUAC es por mucho el museo que más me gusta visitar en CDMX, y las exposiciones presentes en estos días son de las que más se me han quedado pegadas en la cabeza por razones que incluyen hasta la museografía de las exhibiciones. Mi conocimiento sobre el arte en general es aproximadamente cero, así que naturalmente decidí que mis opiniones sobre estas obras deberían registrarse aquí para la posteridad.
Francis Alÿs: Juegos de Niñxs
Esta es la exposición que más ha sido anunciada y a la que más recursos le han destinado. Se trata de un acervo de videos retratando la manera en la que niñes de distintas partes del mundo experimentan el juego, específicamente en el espacio público. Hay videos de carreras de caracoles en Bélgica, niñas saltando la cuerda en Hong Kong, papalotes volando en Afganistán, y por mucho el niño más hardcore que he visto: aventándose de la cima de un cerro dentro de una llanta de camión.
Francis Alÿs: Juego de Niñxs 29 - La roue
Uno de los propósitos de esta colección es cumplir una función antropológica al documentar las diferencias en juegos típicos de diferentes culturas. Creo que esto es algo que logra ya que es fascinante la manera en la que los juegos de países más occidentalizados fueron instantáneamente reconocibles aunque nunca los hubiera jugado, mientras que entender las reglas de otros se volvía un acertijo. Como en #28: Nzango, donde el propósito es anticipar e imitar los movimientos de las piernas de la otra jugadora en algo que parece una batalla de baile, o en #30: Imbu, donde los niñes usan su voz en la frecuencia justa necesaria para atraer mosquitos sobre su cabeza y fácilmente poder matarlos a manotazos. Aún en juegos más familiares como #25: Contagio donde niñes de Malinalco juegan algo que yo conocía como Zombie (las traes pero quien las trae agrega gente a su equipo), solo que ahora los niñes gritan Contagiado! y se ponen cubrebocas de color rojo para seguir persiguiendo a los demás. Obvio, se grabó en el 2021.
En la introducción a la exposición se describen a los juegos de niñes como cosas muy puras, donde las acciones de los niñes son gestos sin un sentido más allá del juego, sin una narrativa escondida. Esto se me hace muy difícil de aceptar cuando existen videos como #15: Espejos, donde niños en Ciudad Juárez juegan a los tiroteos utilizando un espejo como pistola y el reflejo de la luz como balas. #19: Fútbol Haram muestra un partido de fútbol callejero ordinario, excepto que la pelota es completamente imaginaria ya que los balones se consideraban haram por el gobierno de Irak en ese momento. No pienso que los niñes estén haciendo una demostración política premeditada, pero se me hace ingenuo decir que las acciones en el juego solo existen en relación al juego.
Francis Alÿs: Juego de Niñxs 15 - Espejos
Por último, la museografía de esta exposición debería considerarse parte de la obra. No encontré ningún comentario del artista sobre si fue idea suya, pero regadas por toda la exhibición había sillas con rueditas para que la gente pudiera moverse de proyector a proyector. Auténticamente convertía la exposición en un patio de recreo con la mayoría de la gente impulsándose lo más rápido que podía y creando un juego de evitar chocar con las pantallas (chance eso último solo era yo de castroso). No se debería subestimar el efecto de esas sillitas en crear un ambiente de juego para enmarcar los videos.
Gala Porras-Kim: Entre Lapsos de Historias
Esta exposición se trata sobre los objetos como un par inseparable de cuerpo y significado. Específicamente en el contexto de la museografía y la conservación.
Las obras de la serie Ofrendas para la lluvia en el Museo Peabody son los mejores ejemplos de esto. Se trata de una serie de pinturas que retratan objetos abodegados en los museos Peabody y Field. Estos objetos son parte de un conjunto de más de 30,000 piezas saqueadas Cenote Sagrado de Chichen Itzá en una expedición a principios del siglo XX, patrocinada por el museo Peabody de Arqueología y Etnología de Harvard. Estos objetos no eran solamente piezas de oro y jade, eran piezas de oro y jade dentro de un cenote. Aunque los cuerpos de los objetos fueron extraídos y guardados en algún lugar, los objetos fueron destruídos al negarle su propósito ritualístico como ofrendas. Estas pinturas de las piezas están igual de cerca de ser los objetos como las piezas reales, ya que ambas son solo figuras despojadas de la función original.
Gala Porras-Kim: 615 ofrendas para la lluvia en el Museo Peabody. Foto: Shark Senesac.
Porras-Kim le escribe a la directora del museo Peabody en una carta titulada Mediando con la lluvia, refiriéndose específicamente a artículos de madera y textiles que se habían preservado por siglos en el ambiente sin oxígeno del cenote:
Su actual estado de deshidratación, causado por la extracción y el resguardo de curadores, ha cambiado su composición de manera permanente, por lo que ahora sólo constituyen partículas de polvo unidas por métodos de preservación. De hecho, el Museo Peabody conserva sólo un cascarón de su forma pasada. Su almacén, que es uno de los ambientes más secos en los que pueden existir, es diametralmente opuesto a su estado húmedo de sumersión, y su situación actual como artefactos históricos puede dificultar el entendimiento de su propósito con la lluvia.
Gala Porras-Kim: 122 ofrendas para la lluvia en el Museo Peabody. Foto: Paul Salveson.
Con este contexto es más fácil entender otra obra de la exposición: De una instancia de caducidad surge una muestra perenne. Se trata de un lienzo cubierto de esporas de moho obtenidas del British Museum. Contrastando con las pinturas de Ofrendas para la lluvia, podemos ver el proceso inverso al funcionamiento de los museos. Porras-Kim toma un cuerpo sin significado e indeseado de las esporas, y le agrega el significado a través del lienzo y la legitimidad de la exposición, volviéndolo un objeto de arte completo.
Gala Porras-Kim: De una instancia de caducidad surge una muestra perenne. Foto: Andy Keate.
Giro Gráfico
Se trata de una colección de piezas gráficas revolucionarias y de protesta, por activistas de América Latina. La exposición incluye pinturas, bordados, camisetas, anuncios, proyecciones, infográficos, y hasta construcciones y mesas de impresión.
Esta exposición une las acciones gráficas de un continente a lo largo de más de medio siglo. Viéndola como un todo, me deja principalmente con la idea de miles de historias y tragedias unidas en una sola fuerza de protesta. Un ejemplo claro son las paralelas que existen al ver los retratos de los 43 a un lado de las pancartas de 197 desaparecidos en Uruguay durante la dictadura y golpe de estado de los 70s y 80s.
Autor colectivo: 197 carteles de mano con fotografías de los detenidos-desaparecidos durante el Terrorismo de Estado en el marco del Plan Cóndor (1973-1985). Foto: Joaquín Cortés, Román Lorés.
Se me hace difícil hablar de cualquier obra en particular, ya que cada una se trata de una historia, protesta, tragedia, o movimiento que existen en contextos temporal y socialmente diferentes. Si pensamos en la inseparabilidad del cuerpo y el significado de la que habla Porras-Kim, presentar estas piezas dentro de un museo callado y con aire acondicionado les quita su significado como acciones concretas y tácticas dentro de un movimiento social. Aún así, creo que el presentar décadas de lucha en un solo lugar les otorga otro significado al unirlas en un solo tiempo, sacando hacia el frente las similitudes más que cualquier gráfica en particular.
Grupo de Arte Callejero: Aquí Viven Genocidas.
Cromoactivismo: Carteles.
Alfredo Márquez: Katakay.